No lo dudes ni un momento, por mucho que te guste ir a ese restaurante japonés de Gran Vía, al tailandés de Plaza España o al vietnamita de Embajadores, al final tarde o temprano echarás de menos la comida típica de España, y esa añoranza será proporcional a los kilómetros que te separan de un buen jamón, una paella o de las odiadas lentejas de tu madre, que inexplicablemente ya no te saben tan mal.
La comida checa, lejos de estar mala, es repetitiva y poco original, normalmente se basa en un «cacho» de algo con patatas. El «cacho» puede ser pollo, cerdo o ternera pero no esperes mucho más. Si decides arriesgar lo más seguro es que te salga el tiro por la culata y esa noche cenes poco, ya que los demás platos abusan de verduras raras y amargas que nuestro paladar mediterráneo no comprenderá.
Un capítulo aparte merece el picante. La mayoría de los platos tienen algo picante, aunque estés apunto de acabar el plato y tengas cerca la victoria, ten cuidado, la última verdurita que quede puede ser la picante y ganarte la partida. Creo que en este aspecto la culpa es nuestra, ya que el picante es casi nulo en la comida española – antes de Praga no podía ni con los chicles de menta-. Aunque hay algunos como Naran o Pablo con auténticos callos en la lengua, capaces de devorar una ración de Chicken Hot Wings en un abrir y cerrar de ojos, impresiona verlo en directo.
Si vas poco tiempo lo mejor es que elijas platos tradicionales, aunque no te gusten a primera vista. Estamos en el extranjero y me parece patético pedir una pizza (por muy buena que esté) pudiendo probar y contrastar sabores nuevos. Os dejamos una lista de los platos más típicos de República Checa, ¡¡¡ no os vayáis sin probarlos !!!
– Goulash: Uno de mis platos preferidos. Se trata de un estofado de carne dentro de un pan gigante, suele ser muy barato aunque en algunos restaurantes del centro «te la clavan» por ser turista. Si eres estudiante te recomiendo comerlo en Na Farme (comedor de la CULS), si eres turista en la calle U lužického semináře nº 23.
– Svícková na smetane: Un plato con una mezcla curiosa de sabores, cerdo, arándanos, nata…esta bueno pero si pasas una temporada larga en la ciudad lo terminarás aborreciendo, sobretodo el pan, houskové knedlíky.
– No recuerdo el nombre, pero seguro que coméis esto alguna noche de festival. Probarlo y resucitaréis un poco. Es como una pizza frita con queso, muy rico.
– Trdelník: Si te gusta el dulce tienes que probar este rollito de harina asada aromatizado con canela y ,si tienes suerte, aderezado con un poco de chocolate. Mi consejo es que lo pruebes en la calle Karmelitská nº 25, un puesto pequeñito con una chica muy simpática.
– Svařak ó Hot wine: Típico sobretodo en Navidad. Te quitará un poco el frío del cuerpo, pero su sabor extremadamente dulce no lo compensa, la arcada la tienes asegurada, y si no mirar la cara de Gallego.
– Becherovka: La receta de este licor de hierbas y raíces es secreta desde su invención, allá por el 1807. Fabricado en Karlovy Vary y con una graduación de 38º, es ideal para las sobremesas y para una buena digestión, aunque nosotros sólo lo catábamos por las noches. Todos nuestros familiares tienen una botella en el armario, abierta pero con apenas dos chupitos consumidos…da una idea de su sabor.
Probando todo esto comeréis lo más típico y curioso de Praga, también os recomendamos los codillos (aunque los de Alemania son mejores)y los puestos de comida rápida de la Plaza de Wenceslao ( nos salvaron los primeros días), aunque donde mejor se come, como diría Riki Lopez, es en el Menu del Bar Rambo…
Christian
destinopraga 
Que seas ingeniero no te da derecho a poner esa foto que pones de mi! Cabronaco. Y el Becherovka mis padres lo tienen sin empezar.
Otra opción para comer en Praga es el pato, no se suele fallar con él.
El pato y el queso frito, pero tampoco es típico típico….fotaza ¡¡¡ jajaa
La pizza frita con queso que dices se llama «Lango» y también lo sirven con Nutella. De ahí que a veces el de chocolate tenga un ligero sabor a ajo, que sorprendentemente le queda muy bien.
Es típico en los países eslavos, aunque cada país tiene una variante del nombre aquí en Praga se llama así.